A UN RÍO LE LLAMAN CARLOS (Charles River, Cambridge, Massachusetts) Yo me senté en la orilla; quería preguntarte, preguntarme tu secreto; convencerme de que los ríos resbalan hacia un anhelo y viven; y que cada uno nace y muere distinto (lo mismo que a ti te llaman Carlos). Quería preguntarte, mi alma quería preguntarte por qué anhelas, hacia qué resbalas, para qué vives. Dímelo, río, y dime, di, por qué te llaman Carlos. Ah, loco, yo, loco, quería saber qué eras, quién eras (genero, especie) y qué eran, qué significaban «fluir», «fluido», «fluente»; qué instante era tu instante cuál de tus mil reflejos, tu ;reflejo absoluto yo quería indagar el último recinto de tu vida tu unicidad, esa alma de agua única, por la que te conocen por Carlos. Carlos es una tristeza, muy mansa y gris, que fluye entre edificios nobles, a Minerva sagrados y entre hangares que anuncios y consignas coronan. Y el río fluye y fluye, indiferente. A veces, suburbana, verde, una sonrisilla de hierba se distiende,...
Blog personal sobre vivencias, opiniones y críticas de mi vida diaria y en la sociedad donde vivimos. Mi mundo, mi dominio, mi mente.