Estos
últimos meses han sido una pequeña aventura, espiritualmente hablando. Verte en una situación donde te sientes que
no perteneces a nada, que estás solo y comenzar a buscar. Buscar en todos lados algo que te llene y
puedas sentirte parte.
Y esa es
parte de mi historia. Dentro de toda mi
búsqueda personal, encontraba que necesitaba más. Tengo mis creencias espirituales, pero aún
así se siente ese vacío y sé que hay muchas cosas más. Algunas personas es un cambio de trabajo,
cambio de casa, cambio de país. Para mí,
es explorar mi lado spiritual y saber que existe algo más que esta materia.
Criado en
la fe Católica, conozco lo que un católico cree y debe conocer sobre la religión. No estoy diciendo que lo sé todo, pero puedo
defenderme. Luego fui explorando más
allá y descubrí la metafísica y la Wicca.
Abriendo mí mente a un mundo de ideas y creencias que van lejos del “cielo
y el infierno”, siempre me ha quedado claro que soy parte de algo que es más
grande que yo. Que luego de esta
existencia, algo debe haber. Que esta no
es mi primera vida, y no parece que sea la última.
Diecisiete
años de estudios de diferentes culturas y una que otra religión o culto
esotérico. Y es que la vida no puede ser
solo una, y dos opciones: “salvación o condena”. Dentro de la Wicca, o como tanta gente llama “la
vieja religión” (que de vieja solo tiene un poco más de medio siglo), fue una
base para asentar ideas de la metafísica que iba adquiriendo. Y no es que sea wiccano o no, pues ahora me
considero algo ecléctico en mis prácticas religiosas y no me encierro en una
sola cosa, pues existen un sinnúmero de caminos para llegar a esa divinidad o
ser supremo que sobrepasa nuestro entendimiento.
Por mi
recorrer espiritual e conocido personas con las que he caminado junto y también
de las que he aprendido y han sido maestros y guías en mi vida. Y es nuevamente que me encuentro en la
búsqueda espiritual donde me han puesto en el camino a personas de gran
conocimiento y experiencia. Unos
padrinos que están a disposición de cada pregunta que tenga, sin importar lo
grande o pequeña y saber que si no tienen una respuesta en el momento, buscarán
hasta encontrarla y aprender en el camino.
Sé que tengo y puedo contar con una nueva familia que tienen unos
valores y fomentan la hermandad y la confianza entre cada uno de los miembros.
Y no es que
no vea a mi familia de sangre u otras amistades como tal, ya que siempre los llevo
presente. Pero encontrar personas dadas
a guiarte en un camino que es desconocido para ti, y que abran sus puertas de
la forma que lo han hecho, hace que uno se sienta que está donde debe estar. Los cambios que da la vida, la actitud con
que se ven las cosas, en fin, el hecho de poder contar con esta otra familia
que nos une una espiritualidad que es inmensa.
Es por eso
que doy gracias por haber encontrado unos padrinos, unos maestros, unos
hermanos en el plano espiritual, que de ahora en adelante puedo contar. Que soy parte de una familia, no solo
espiritual, también físicamente que se preocupan el uno por el otro y no
importa qué, siempre se puede contar.
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