Sé que tengo par de escritos ya y ninguno los e pasado, tal vez por vagancia o por no herir sensibilidades. Pero hoy escribo directo a la computadora. Con unos sentimientos encontrados que no entiendo pero a la misma vez puedo comprender.
¿Cómo es posible que cayera en lo mismo por segunda vez? Sentirme de esta forma por que todos alrededor sabían menos yo. ¿Es enserio todo esto? Pues pienso que esto tiene que ser una de dos... Una broma del destino o el karma en su pleno apogeo. No puede ser que tenga yo la suerte divina de que con una sola imagen o una sola palabra reviva casi 2 años en mi mente y me duelan ciertas cosas. Unas ya las superé... otra, solo aprendí a vivir con el dolor que dejaron.
Enterarte que te engañaban en la cara, por segunda vez, y que eras comidilla de todos. Que dicen; "Si, Carlos es muy buen muchacho. No se pudo por la distancia y por que teníamos otros planes"... ¿Cuáles planes? ¿Estar con otra persona al mismo tiempo que conmigo y vivir felizmente un engaño? Tal vez lo hizo por no arruinar su reputación, o la mía. Pero ahora, que tengo esta información, y ustedes, por supuesto. Y eso que apenas terminé una pseudo-relación ( pues a todas estas no eramos nada, según sus palabras y 7 meses después).
Y más de que me duela el corazón, (que no lo negaré, duele) es sentir ese dolor en el alma. Dolor que pensaste habías superado. Algo que ya no te dolería por que ya no está en tu vida. Pero me equivoqué. Pensé estar lo suficientemente fuerte para escuchar algo que me iba a dejar en un pequeño estado de shock. No es que haya dejado parar mi vida por este suceso o noticia, por que realmente no amerita detener mi mundo por nada. Pero corroborar que era cierto lo que pasaba y que no estabas mal. Que no eran ideas tuyas y que el problema no eres tú, si no la otra persona. Confiar tan fácilmente en la nobleza de corazón de alguien que aparentaba ser una cosa y simplemente no lo era.Darte cuenta que sigues tan roto, tan lastimado, tan moribundo. Que la fuerza que saco para poder salir adelante es algo casi sobrehumano y aveces no entiendo como logro pasar un día sin volver a desmoronarme. Tal vez es un arte que logré dominar. ¿Pero y mis sentimientos? ¿Cuándo aprenderé a dominarlos?
Antes era más fácil, por que era joven, tenía todo el tiempo del mundo y podía darme el lujo de decidir. Pero ahora... Soy esto... ni la sombra de lo que era. Soy la carcasa de lo que antes era algo y ahora solo es recuerdo. Y poco a poco siento que me voy desvaneciendo. Cada dolor, cada pedazo que se rompe, es un pedazo que no vuelve a pegar. Algo más que pierdo de mí.
Me niego a volver a caer en una depresión estúpida e ilógica por algo que ya no importa y que realmente si no valía la pena en ese entonces, no lo vale ahora. Pero aveces es un poco difícil, pues estar solo, y no tener a quien poderle contar todo lo que tienes en la cabeza por pensar que eres una molestia o que tus problemas son tan mínimos comparados con otros.
Yo me vuelvo pequeño por gusto. Es como si me gustara vivir en la melancolía y el dolor. Es una forma de sentirme.... ¿vivo? Pero tampoco esa es forma de vivir. Autoflagelarse. Castigarme una y otra vez con la mente, el recuerdo de que tal vez fuí yo. Pero ahora sabiendo que no era yo, no entiendo por que siento que el alma se me quebró. No sé si sea algo normal y ya mañana amanezca de otra forma. Pero hoy, a esta hora, 7:30 p.m. del 17 de agosto del 2018, tengo un remolino de sentimientos. Ganas de gritar, llorar, pelear, alejarme de todo, montarme en el carro y seguir guiando sin rumbo, hasta que se acabe la gasolina... Escapar a un sitio donde todo sea nuevo... Donde no repita los mismos errores que me han traído hasta aquí.
Dejo esto escrito para que algunos de ustedes entiendan o se burlen, por que conozco la naturaleza humana y me e dado cuenta de lo que alguien es capaz de hacer. Que con tal de lastimarte hacen lo imposible o indecible. Solo me queda caminar. Tal vez esta es mi forma de poder curar heridas y sacar lo que en otras ocasiones mantendría dentro y llegar a un punto donde explote y no pueda más. No quiero y no puedo dejar que pase. No es para que me tomen pena ni mucho menos.
Carlos Julián Rodríguez Muñoz
8/17/18
7:44 p.m.
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