Ir al contenido principal

Soliloquio Bajo La Ducha: Discurso Mental




Que difícil es aparentar ser esa fuerza imparable. Demostrar que eres fuerte y ni los actos o palabras te lastiman y sigues.  Que parecer seguro de tus pasos y sentirte perdido. Estar rodeado de personas y sentirte solo… alejado.

Saber que estas haciendo todo lo posible, dando tu máximo esfuerzo y sentir que no vale de nada.  Un sentimiento que está ahí pero no sabes explicar. El comienzo de un día nublado y el avecinamiento de lo que parece ser una tormenta.  Aún así no permitirle a persona alguna que todo esto sucede dentro de ti mientras con una sonrisa saludas o publicas cosas para distraer a esos ojos de que cuando en vez se posan en mi perfil esperando ver si el verdadero yo sale.  

Convertirme en comidilla y ser burla.  Saberme con ganas de llegar y encerrarme por días y ver si alguien nota mi ausencia, siendo verdaderamente la persona que dicen que soy para ellos.  Ser rescatado por alguien, así como yo, tan roto, tan frágil, que le importe tanto más el mundo que su propia persona.

Ese es mi problema; tanto me doy que termino sin nada para mi.  Que nadie ve más allá de mis errores, faltas o no se qué. Siendo entonces yo el que falla, quien lo hace mal.  Tener que cargar con el pensamiento de “nunca haces nada bien” o “no eres bueno”. Todo esto sabiendo que no debería pasarme por la mente.  Ser fuerte y combatir esos fantasmas, esos demonios que comienzan a acechar.

Pero es que es tan fácil ser la otra persona y no uno.  Es menos complicado querer ser otra persona y no tú. Desear no ser “especial” o “único” como te dicen creer, o pensar que te lo dicen para mofarse.
  
No debería sentirme así… nadie debería sentirse así.  Querer ser otro, querer estar lejos, querer desaparecer.  Todos dicen entenderlo. Me pregunto ¿Lo dicen por obligación o geniuna empatía?

No lo digo por nadie en específico… o puede que sí.  Total, al fin y al cabo terminaré siendo de quienes se ríen y a sabiendas, respirar profundo, como tantas veces, y echar a andar.

Carlos J.
11/3/18
11:08pm

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Agujeros en el Vaso": Analogía

Esto que les voy a contar no lo inventé yo, si no pues alguien que está ayudándome a poder arreglar esas cosas en las que estoy fallando y necesito superar.  A veces la vida nos parece tan complicada, que con que nos muestren visualmente lo que nos está pasando es suficiente para poder entender.  Sentirte vacío, roto, que simplemente el deseo se te va.  Y ahí es donde los ayudaré a entender, como yo entendí el mensaje.  Esto es, con un simple vaso.  Puedes hacerlo física o mentalmente.  Cuidado si deciden realizar el ejemplo físicamente, ya que tienen que tener cuidado y no soy responsable de ninguna de las heridas. Vamos a imaginarnos un vaso.  El vaso está normal.  En perfectas condiciones.  Puede ser un vaso plástico o de cristal.  Ese vaso tan perfecto, completo, sin nada, puede ser llenado.  Le puedes llenar con agua y no vas a tener problemas.  Lo puedes llenar hasta el tope si quieres.  Con eso eres...

Reflexión: El Monje Que Vendió Su Ferrari de Robin S. Sharma

Reflexión: El Monje Que Vendió Su Ferrari de Robin S. Sharma Nunca e sido fan de los libros de autoayuda y los encuentro un poco aburridos y redundantes.  Pero no es hasta ahora, en mi proceso de sanación personal, emocional, mental, espiritual o como deseen llamarle, que me he puesto a leer unos cuantos, o mejor dicho, me han hecho leer.  Y este es uno de los que me leí.  Eso si, tarde dos meses por que en algún punto de esta “fábula espiritual” me aburrí y recordé que era más de lo mismo que siempre e escuchado y base de la mayoría de la filosofía en la que creo, pero en muchas ocasiones olvido practicar. Este nuevo monje, acabado de iluminar en las montañas del Himalaya, casualmente lleva de nombre Julián.  Una de las cosas que me llamó la atención de la historia y la cual me hizo querer terminar el libro, aunque admito que los últimos capítulos fueron un tedio.  Pues digamos que soy algo como ese personaje al principio del libro.  Al i...

Una reflexión sobre Los Cuatro Acuerdos...

Tratando de convertir mi infierno en algo más parecido al cielo.  Esa a sido mi tarea desde que volví a retomar la lectura de " Los Cuatro Acuerdos" de Don Miguel Ruiz.  ¿Pero como lograr llegar a ese "cielo" tan anhelado? En un libro de tan solo ciento cuarenta y dos páginas, puede abrir tu mente a una idea, que en algún momento parecía fuera de este mundo.  La idea de que podemos cambiar el infierno en el que hemos decidido vivir con tan solo ajustar nuestros pensamientos, palabras y actos. Estos cuatro acuerdos "nos ayudarán" a salir del Hades que hemos creado y somos prisioneros tal como cuando Persefona fue raptada por el mismísimo Hades, pierde su libertad y es obligada a permanecer allí.  Y es entonces donde debemos "suplicar" a "Dios" (Zeus) y ser como Démeter, madre de Persefona, y andar en su búsqueda. Es en esa búsqueda en la que entristecemos y llega el otoño y el invierno a nuestra realidad.  Así como el m...