Sinceramente no encuentro motivo alguno para dar gracias. ¿Gracias por mi esfuerzo y que lo que tengo a sido gracias a mi trabajo? ¿Gracias a algo o alguié que juega ajedrez o tiene un plan donde yo no se donde estoy parado? No, Gracias.
No tengo que darle gracias a Dios por mi casa, por que El no trabajó el dinero para comprarla o me lo puso a la entrada de la puerta para ir a comprarla. Tampoco tengo que darle gracias por mi salud, ya que las medicinas y nos médicos son los que me han mantenido sano. ¿Dar gracias por las malas experiencias que me llevaron al borde de la locura este año y llegar al punto de no querer existir? No, Gracias.
El no dar gracias, un día como hoy, también está bien y debería respetarse. Así como yo respeto que le des las gracias a tu Hombre Anciano de barba larga blanca y brillante, sentado en su trono de oro, viendo como el mundo se va destruyendo, como Su plan va en decadencia.
Y no es que le esté hechando la culpa de todas mis visisitudes a ese Ser Supremo que habita en las nubes y nos vigila hasta cuando nos duchamos (excepto cuando nos caemos en la ducha y no nos podemos levantar). Yo, como ser humano, errante y perdido en un mar de situaciones que tal vez ahora mismo no entienda, estoy en mi total derecho de no dar gracias y no sentirme agradecido este año.
Podría llenar este espacio con falsas palabras y bonitas oraciones para tí, lector, que buscas un mensaje reconfortante en este día donde le das "gracias" por estar vivo y tener lo que tienes. Lamentablemente mi condición de sincero, cinismo o simplemente resignación a que todo es igual que siempre, solo que es otro tiempo, me hacen ver la vida de esta forma.
Eso si, me doy gracias a mi por haber logrado comprar mi casa, salido de una relación tormentosa, moribundo, y tener un medio trabajo que me hace medio feliz gracias a personas medio infelices.
Feliz, no tan Feliz Día de Acción de Gracias, o mejor dicho, Feliz Día del Pavo.
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