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Una reflexión sobre Los Cuatro Acuerdos...




Tratando de convertir mi infierno en algo más parecido al cielo.  Esa a sido mi tarea desde que volví a retomar la lectura de "Los Cuatro Acuerdos" de Don Miguel Ruiz.  ¿Pero como lograr llegar a ese "cielo" tan anhelado?
En un libro de tan solo ciento cuarenta y dos páginas, puede abrir tu mente a una idea, que en algún momento parecía fuera de este mundo.  La idea de que podemos cambiar el infierno en el que hemos decidido vivir con tan solo ajustar nuestros pensamientos, palabras y actos.
Estos cuatro acuerdos "nos ayudarán" a salir del Hades que hemos creado y somos prisioneros tal como cuando Persefona fue raptada por el mismísimo Hades, pierde su libertad y es obligada a permanecer allí.  Y es entonces donde debemos "suplicar" a "Dios" (Zeus) y ser como Démeter, madre de Persefona, y andar en su búsqueda.
Es en esa búsqueda en la que entristecemos y llega el otoño y el invierno a nuestra realidad.  Así como el mito griego, nos volvemos infértiles y frios, como la diosa, al no poder encontrar a su hija.  Dejámos de brillar y todo nuestro alrededor empieza a marchitar y desaparecer.  Trantando de negociar con eso que nos secuestro. Que, como la primavera, fue robada.
Y es entonces que buscamos un punto medio para ser "medio" felices.  Le pedimos a "Dios" que intervenga (así como cuando Zeus envía a Hermes a buscar a Persefona al inframundo), y hable con Hades, para llegar al punto de permitirnos ver a "nuestra hija", solo por un tiempo.  Por acuerdo de Hades y Démeter.  Así, cuando la diosa recupera a su hija, la tiene por un tiempo, primevera y verano, cuando todo es cálido, colorido y alegre, para luego desaparecer por las siguientes dos estaciones.  
Puede es esa sea min interpretación delo que vivo en estos momentos.  Unos días son de primavera y otros se convierten en el más frío inviertno.  Tal cual mito griego y el ciclo vuelve a repetirse una y otra vez como la rueda del año.
Pero volviendo al tema de los cuatro acuerdos; es necesaria su lectura más de una vez.  Cierto es que este libro fue asignado hace casi 12 años atrás por mi profesora de Español, y tal vez por esos tiempos no le enconttraba sentido, pues "disfrutando" de mis años de secundaria y que tanto iba a necesitar yo, Carlos Julián, de un libro de autoayuda hablando sobre unos acuerdos que parecían tan sencillos; "Sé impecable con tus palabras, no te tomes nada personalmente, no hagas suposiciones y haz siempre lo máximo que puedas".
¿Fácil, no?  Ahora que termino de leer el libro con una mente más "madura" y "abierta", logro entender cuán equivocado estaba al pensar que podría manejarme sin estos cuatro sencillos, pero difíciles acuerdos.  *No es Imposible, por cierto*
Varias veces e tratado de no tomarme las cosas personalmente y e fallado (grandemente).  Así como ser impecable con mis palabras y no hacer suposiciones.  Todos pecamos de lo mismo y no existe persona sobre la tierra, que no conozca, que pueda decirme lo contrario.  Incluso, con el útimo acuerdo, que es, "Haz siempre lo máximo que puedas".
Si hay algo más importante que recalcar, es que ese último acuerdo debería ser el primero.  Y creo que también el autor lo deja claro; la vase de los primeros tres acuerdos es el último.  Siempre intentar hacer lo máximo que podamos.  No más, no menos.  Lo justo que nuestras habilidades y conocimientos nos permitan.  Si ponemos este último acuerdo como la piedra angular para crear el cambio de conciencia, en mi opinion, está la oportunidad de llegar a ese cielo que nos promete Don Miguel Ruiz, aunque vivamos en el "infierno".  Vivirémos nuestro paraíso y puede ser que toquemos a otras personas, otras mentes, otros corazones y podamos crear un "nuevo sueño".
Reconozco que fallé al no prestar atencion la primera vez que leí tan pocas páginas, pues me resultaba más interesante las historias de un joven mago, quien encuentra un hogar lejos de casa y crea una familia con gente con quien no tiene ningun lazo que los una, mas que la amistad y lealtad.  Tal vez por eso me sentía más identificado con Harry, que sinceramente fureon mi forma de escapar de unaa realidad que en su momento fue "mi infierno" y solo aquellas personas que fueron mis Ron, Hermione, Hagrid, Dumbledore y hasta Dobby, saben el drama que viví.
Y ya rompí un acuerdo con esas palabras, al rebuscar mi pasado y juzgarme por no haber hecho una tarea completa (mis disculpas a la proferosa Dianette Figueroa, espero esto sea una forma de correjig y reponer esa tarea del 6 de diciembre del 2005).  Realmente no lo hice con intención de juzgarme, si no de instrospección y de tantos dolores de cabeza que puede ahorrarme por casi 12 años y por mi terquedad no fue así.  "El Juez" pasó veredicto hace años y pagué mi condena y no debo seguir cargando con ese peso nunca más.  No debo atarme a dolores del pasado que detienen mi crecimiento tanto personal, laboral y espiritual.
Entonces, en mi ser, en mi mente voy trabajando con los acuerdos.  "Está bien decir no", "No porque no piense igual estoy mal", "es solo una opinion".  Pero, y mucha gente que me conoce, de suponer.  Ese es mi pecado mortal, o uno de ellos.  Soy una persona que necesito todo en blanco y negro, escrito, subrayado, acentuado y en negrillas.  No me gustan los mensajes a medias, pues mi imaginación es tan grande que puedo crear una mini serie de algo tan mínimo  de como si alguien se tomó la última Cocacola.
Pero ese no es mi unico "desacuerdo", si lo podemos llamar así.  Mi otro gran desacuerdo es  "no tomes nada personalmente"...  Pues soy esa persona que si escucha a alguien riéndose, pienso que  se burlan de mi u ua se arruinó mi día aunque trate e pensar que están contándose un chiste y ellaos no saben ni siquiera que existo o notado mi presencia.
Y entonces llegamos a que pierdo mi impecabilidad en mis palabras.  Con amigos, compañeros de trabajo, familia y clientes.  Si me dicen algo mal o que no me supo bien, ya lo tomé personal y mi reacción defensiva crea una cadena que rompe todos los acuerdos.  Ese es mi otro pecado. ¿Lo bueno? He podido reconocerlo y se que debo trabajar con eso y los otros tres.
En mi pensar, debemos utilizar el útimo acuerdo ,"Haz siempre lo mázimo que puedas", como la base de los otros tres.  Pues, como es explicado, tratar de ser impecable cuando hablamos, no tomarnos todo personal y dejar las suposicines que nos traen más problemas que arreglos a nuestra vida, tiene que ver con que hagamos lo máximo que podamos para poder mantener esos tres principios.
Debemos hacer siempre lo máximo en todo lo que hacemos.  Desde cuando nos levantamos, mirarnos al espejo y vemos el rostro de la persona que somos y podemos llegar a ser.  Evitar usar nuestras palabras para herir o causar cualquier daño, u soy fiel creyente de que la palabra tiene poder.  Existe un documental que habla sobre física cuántica y el poder de los pensamientos sobre las moléculas del agua; "What The Bleep Do We Know" y habla un poco, o tiene que ver con todo esto de los acuerdos.  Todo comienza con uno mismo, nuestro reflejo, y como nos tratamos.
Si hacemos lo máximo para tratarnos bien, cuidarnos, hablar porpiamente, evitar utilizar nuestras palabras contra otros y contra nosotros, estamos logrando algunos de los acuerdos.  Y así seguimos hasta dejar de tomarnos lascosas a pecho o suponer.  Pues podemos suponer que es sobre nosotros y ropmpiendo esos dos acuerdos, nos guía a romper los otros dos en los que hemos trabajado.
Los Cuatro Acuerdos de DOn Miguel Ruiz es un libro que toda persona debería leer y releer.  No se necesita creen en "Dios" o tener una base religiosa.  Son principios encontrados en todas las sociedades del mundo y que nosotros debemos reeducarnos, enseñarnos nuevamente a vivir de forma plena y a gusto con nosotros mismos.  Solo así "llegaremos al cielo", a ese estado mental de paz qeu tanto deseamos, pero se nos hace tan difícil alcanzar.
Yo, por mi parte, trataré. Haré lo máximo posible para crear esa base, esa estabilidad para que cuando llegue el día, pueda decir; "lo logré, desperté de la pesadilla, morí simbólicamente y renací para ser mejor".
Se que escrito o dicho suena bonito, pero por algún lado hay que comenzar.  Hoy lo decido yo.  ¿Ustedes, cuando deciden despertar?


Carlos Julián Rodríguez Muñoz
11/27/17

2:25 a.m.

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