Ir al contenido principal

Anestesiado



Hoy me levanté, digamos que, anestesiado.  En el sentido que no siento nada aunque quiera sentir.  No alegrías o tristezas.  Simplemente nada.  No me siento mal.  Simplemente no siento nada.

A pesar de todo, creo que todo anda normal.  Hoy decido no estresarme.  ¿Para qué?  Total, si quien sale perjudicado soy yo, nadie más.  No me molesto en ir a la oficina o revisar mi correo a ver el próximo regaño por no activar una tarjeta que en primer lugar no debería estar activada y si ellos hicieran su parte de la investigación se ahorrarían el yo no responderles.  No voy a preocuparme de que mi jefa es una hipócrita y frente a mi se hace la más preocupada y a mis espaldas planifica y busca una manera de sacarme de la compañía o cambiarme de equipo.  Si, "linda honey", sé tu secreto.

Creo que al descubrir en las últimas semanas quienes son las personas que me rodean, me ha hecho pensar y desensibilizado un poco más de lo normal.  Entre familia, amigos y jefes hablando de mi, me hacen ver que todo es un teatro.  Que todos usan máscaras para aparentar una cosa ante mi.  Y luego se atreven a decir que yo les tengo miedo.  "Bitch please", no le tengo miedo a morirme, le voy a tener miedo a dos o tres personas, comenzando por mi jefa, que según ella le tengo miedo y no le digo las cosas y tiene que ingeniárselas para botarme y todavía es la hora que no puede.

Siento que no extraño nada ni a nadie.  Me levanté, les di comida a Damián y a Lilith, les hice una cita para llevarlos a vacunar, los llevé, volví a casa y ahora me encuentro en la casa club de mi complejo escribiendo estas palabras a las cuales no les encuentro sentido pero tenia ese impulso de sentarme a escribir.

Creo que hago esto con el anhelo de encontrar o mejor dicho, que me encuentren, y poder moverme del estancamiento en el que me encuentro.  Que me llamen del Departamento de Educacion o alguién se interese en lo que escribo y como escribo para realmente sentirme útil.  Sentir que estoy haciendo lo que realmente me apasiona y no solo lo que me gusta por amor al dinero.  Me conformo con la suficiente para pagar mis "billes".

Hoy es un día más. Un lunes más.  Tal vez, luego salga a ver una película o vuelva a acostarme y duerma por par de horas más.  Me siento exhausto y no sé por qué.  No e hecho nada.  Es una pesadez, una pereza, de quedarme durmiendo, por que del mismo no sentir, no tengo deseos de nada.  Ni apetito tengo.

Estimado lector, si tienes alguna duda o quieres compartir algo conmigo, me pueedes dejar un comentario o escribirme.  No sé si alguien lea esto y deseas comunicarse conmigo, pero vamos a ver que sucede.  Tal vez tu me des algunas ideas sobre que escribir y convertir este espacio en algo más que un rincón de penas y agonías, y podamos encontrar el norte y seguir navegando en este océ de dudas e incertidumbres.  Mientras tanto, navega a salvo.

Carlos Julián Rodríguez Muñoz
Diciembre 11 del 2017
11:46 a.m.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿El Sufrimiento y el Dolor Purifican el Alma?

Luego de subir la entrada "El Momento en que Carlos Decidió Volverse un Cabrón", recibí varios mensajes.  Pero uno en particular me llamó la atención.  No mencionaré a la persona, pero este blog va dedicado a esa conversación que tuvimos sobre el tema. Esta persona, leyendo varias entradas del blog, notó el dolor en algunas, o mayorías, de mis palabras.  Cuanto aborrezco sentirme mal, triste y busco la forma de bloquear ese tipo de sentimiento.  Tal mi objetivo que tengo; tratar de llegar y mostrarme tal como soy, para que otras personas, tal vez como yo, puedan encontrar que no están solos en este planeta y todos somos vulnerables.  Somos seres humanos que sentimos y padecemos.  Que es aveces difícil levantarse en las mañanas para realizar todas las cosas que debemos, por obligación y no por deseo. Pero vamos al tema que compete;  ¿es el sufrimiento y/o el dolor, purificadores del alma?  Una pregunta que llevo meses buscándole una respuesta desde que cruzó por la m

"Agujeros en el Vaso": Analogía

Esto que les voy a contar no lo inventé yo, si no pues alguien que está ayudándome a poder arreglar esas cosas en las que estoy fallando y necesito superar.  A veces la vida nos parece tan complicada, que con que nos muestren visualmente lo que nos está pasando es suficiente para poder entender.  Sentirte vacío, roto, que simplemente el deseo se te va.  Y ahí es donde los ayudaré a entender, como yo entendí el mensaje.  Esto es, con un simple vaso.  Puedes hacerlo física o mentalmente.  Cuidado si deciden realizar el ejemplo físicamente, ya que tienen que tener cuidado y no soy responsable de ninguna de las heridas. Vamos a imaginarnos un vaso.  El vaso está normal.  En perfectas condiciones.  Puede ser un vaso plástico o de cristal.  Ese vaso tan perfecto, completo, sin nada, puede ser llenado.  Le puedes llenar con agua y no vas a tener problemas.  Lo puedes llenar hasta el tope si quieres.  Con eso eres feliz, tu vaso está lleno y podrás tomarte el agua o guardarla

Reflexión: El Monje Que Vendió Su Ferrari de Robin S. Sharma

Reflexión: El Monje Que Vendió Su Ferrari de Robin S. Sharma Nunca e sido fan de los libros de autoayuda y los encuentro un poco aburridos y redundantes.  Pero no es hasta ahora, en mi proceso de sanación personal, emocional, mental, espiritual o como deseen llamarle, que me he puesto a leer unos cuantos, o mejor dicho, me han hecho leer.  Y este es uno de los que me leí.  Eso si, tarde dos meses por que en algún punto de esta “fábula espiritual” me aburrí y recordé que era más de lo mismo que siempre e escuchado y base de la mayoría de la filosofía en la que creo, pero en muchas ocasiones olvido practicar. Este nuevo monje, acabado de iluminar en las montañas del Himalaya, casualmente lleva de nombre Julián.  Una de las cosas que me llamó la atención de la historia y la cual me hizo querer terminar el libro, aunque admito que los últimos capítulos fueron un tedio.  Pues digamos que soy algo como ese personaje al principio del libro.  Al igual que Julián, me “hundía p