Me siento en una bruma. En un mundo de máscaras. ¿Cómo puede haber gente tan feliz todo el tiempo? ¿Dónde consiguen el ánimo y las ganas de seguir? Hoy es uno de esos días donde no me encuentro aquí o en ningún sitio, y quisiera que no fuera así.
Pero tengo que ponerme una máscara. Engañar al mundo de que todo anda bien y estoy feliz. sacar esas fuerzas de donde no las tengo y sonreír para ocultar mis verdaderos sentimientos: angustia, pena, tristeza, desamparo, soledad... utilizado. no debería sentirme así, no hay muchas razones por las cuales debo estar así.
Máscaras, no queda de otra. Mientras yo uso una para ocultar mi tristeza y depresión para ver si cambia un poco mi panorama, otros las usan para aprovecharse de los demás, lastimar y destruir poco a poco la poca confianza que uno pueda tener. Logran engañar para conseguir lo que quieren.
Esto es tal cual juego de "The Legend of Zelda: Majora's Mask" donde siempre, Link, tiene que usar diferentes máscaras para lograr sus objetivos y vencer a sus rivales. Así se siente esto. Un juego de vídeo donde para lograr cualquier cosa debes esconder tu verdadero yo.
¿Qué pasa con los que no queremos usar máscaras y nos obligan? Pues somos obligados a usarlas o somos juzgados por quienes somos. Podría decirse que es igual que estar frente a la Santa Inquisición, donde te juzgan y te condenan luego de perseguirte y obligarte a confesar tu herejía.
Uno se cansa. El cuerpo se deteriora, el alma se agota y se te nota en la cara lo que realmente estamos sintiendo. Se nos empieza a caer la máscara y no sabemos como hacer. Es que estar frente a toda esta multitud es exhaustante. Si solo entendieran que necesito descansar, que no puedo más seguir aparentando para hacerlos feliz y que soy yo quien necesita. No ellos.
Aún así, sigo aguantando esta máscara, simplemente para que dejen de preguntarme si algo me pasa o si está todo bien. Necesito respirar y detrás de esta careta, no puedo.
¿Pero qué se le va hacer? Como dijo un amigo mio, en un escrito, hace algún tiempo atrás: "Vivimos en un baile de máscaras". Nadie es quien dice ser y nada es lo que aparenta. Así que, mi estimado lector, te reto a ser tu mismo, a mostrar tus verdaderos colores aunque a nadie le guste, a mostrar tu verdadera cara, pues no hay nada más interesante y atractivo que una persona real y honesta, consigo y los demás.
Carlos Julián Rodríguez Muñoz
Diciembre 21, 2017
3:25 p.m.
Wow por fien encuentro alguien que tiene mi misma persepcion del mundo
ResponderEliminarQuisiera quitarme la máscara pero ya pasado tanto tiempo con ella que ya no se cuál es la máscara y cuál no