Últimamente solo escribo cuando me siento triste o deprimido. Pero hoy no es el caso. Llevo dos días libre del trabajo y haber hecho nada en este tiempo, no me hace sentir mal o culpable como antes. No tener que ir a la oficina o tener algún compromiso del que, por obligación, tenga que atender. Estoy disfrutando de mi tiempo y de mi soledad.
Sentado, observando como se eleva el humo del incienso con olor a sándalo o ver la danza de la llama de la vela, olor a pino, me hipnotizan y dejan llevar al mundo donde nada me perturba. Hacía tiempo no me sentía así. Tranquilo...
Siento ahora, más, el fluir de las energías y voy escuchando con más claridad esa voz interna que me guía. Se que no estoy solo. Aunque la gente se moleste, me siento un poco más en paz al no sentir el peso del mundo en mis hombros. Por no tener que sentirme obligado a cumplir con persona alguna algún favor que luego será mal pagado. Y no, no digo que espero recompensa por favores, pero siempre termino perdiendo yo. Quisiera estar seguro de que este sentimiento seguirá y perdurará por buen tiempo. Que no volveré a sentirme triste, que no me deprimiré, que seguiré por este camino sin importar lo que suceda y mañana será mejor que hoy.
Ya que se acerca el fin de año, me voy sintiendo más tranquilo, porque dejaré atrás todo lo malo que pasa y solo emprenderé con lo que me benefició. Decido romper con toda esa energía negativa que por poco me consume. Este año, que comienza, me propondré ser mejor que este que va pasando, y se que lo lograré como hice con algunas de mis metas en este.
Voy a mi...
Carlos Julián Rodríguez Muñoz
Diciembre 27, 2017
9:11 p.m.
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