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La Opción



Este sentimiento de sentirme segunda o tercera opción para las personas.  ¿Acaso tan poca importancia tengo? ¿O es un problema de autoestima?

Sinceramente siento que solo buscan de mi cuando necesitan y yo soy el culpable de eso.  Permitir a las personas que se acerquen solo cuando buscan algo que yo puedo ofrecer y se alejan una vez ya obtienen lo querido, la ayuda, la atención, los que sea.  Luego soy el que queda guindando, sin saber que fue lo que pasó o con el desastre.

Yo sé el valor que tengo, pero pareciera que la gente no lo ve.  ¿Es tan poco el valor que aparento que las personas no lo ven o no les importa?  Soy invisible.

Soy el santo y bueno cuando necesitan ayuda, cuando están hasta el cuello y no pueden más.  Soy ese que está ahí sin importar qué cómo, o cuándo, y, hasta aveces, cuánto.  Pero, ¿para mi qué?

Si, se que debo dar sin esperar nada a cambio, pero no es justo tanto dar para recibir migajas y solo ser una opción en la vida de todos.  Ser solo "ese amigo" que se busca cuando necesitan o el familiar que puede resolver el problema.  Y !Ay de que me niegue! Ya soy el malo, no me hablan o no me invitan a los sitios, lo cual me tiene sin cuidado, porque cuando puse a ciertas personas como prioridad, me trataron como opción.  Sí, de ti hablo.

No busco pena ni compasión.  No me interesa escuchar un "Ay bendito, Caito se siente solo, se siente triste, está deprimido".  Solo quiero sentirme que soy prioridad y no una opción en la vida.  Necesito sentir que a alguien le importo o le importa si comí, dormí, trabajé, cualquier cosa.

Me cansé de dar y no recibir.  Pues creo en la "Ley de Equivalencia": "Para recibir algo debes intercambiarlo por algo de igual valor".  Mis amigos alquimistas entenderán.  Estoy harto de dar todo y recibir solo un poco.  Estoy bastado de dar y a cambio solo me den migajas.

Yo merezco algo más, algo mejor.  Merezco muchas cosas y más.  Pero parece que allá arriba no les parece suficiente lo que hago como para recompensarme.

Así que, mi estimado lector, no permitas que te traten como una opción.  Aprendí parte de esa lección ¿Y sabes cual fue mi solución?: Alejarme.

Te exhorto a que tomes en consideración las cosas que haces por los demás y lo que ellos hacen por ti.  Si lo que recibes es muy por debajo de lo que das, y sabes que debería ser diferente, no tengas miedo de decir no y a exigir.  Total, peor de como estamos no podemos estar, ¿cierto?

Carlos Julián Rodríguez Muñoz
Diciembre 9 del 2017
12:57 a.m.

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